sábado, diciembre 02, 2006

Ahh las bodas... Parte1

¿Que tal todos? Espero que este fin de semana largo sea divertido y de descanso para todos ustedes, el día de hoy les tengo por aquí la crónica de una boda a la que fui invitada la semana pasada y en la que me divertí mucho, además de ponerme a pensar en ciertas costumbres de las bodas que aún me intrigan.

Estaba tranquilamente en mi casa, pensando qué hacer por la tarde del śabado, cuando mi primo David me llamó para invitarme a la boda de una compañera suya del trabajo. Su pareja había cancelado y entré de emergente. Me arreglé de volada, mi primo pasó por mí y nos dirigimos a la iglesia donde iban a hacer la misa de la boda. Para nuestra desgracia llegamos antes, pues normalmente las bodas empiezan media hora después de lo que marca la invitación, por eso de que el tráfico y otras excusas para ser impuntuales que en esta ciudad se dan todos los días.

El novio ya estaba ahí, muy nervioso y platicando con su familia. Los invitados iban llegando y no sé por qué razón, no abrían la iglesia para que nos fuéramos acomodando en espera de la llegada de la novia. Esa parte del ritual de casarse aun no la entiendo, aunque tiene su lado divertido el que la novia sea la última en llegar y que se de su taco mientras el novio se convierte en un manojo de nervios esperando a que llegue su amada.

Entramos a la iglesia un par de minutos después de que llegara la novia, para esto, el novio ya debía estar adentro porque supuestamente los novios no deben verse antes de estar casados, o si no... es mala suerte. Patrañas pienso yo, pero es una tradición que se sigue al pie de la letra aun en estos días.

Otras tradiciones de las bodas que no faltan son que la novia vista de blanco, color de la pureza y que representa que aun es virgen. Otra patraña para mi gusto, pues puedes no ser virgen y aún así casarte de blanco, ¿quién te lo impide? o si se te da la gana puedes casarte de azul, beige, en fin, es una tradición que se sigue muy al pie de la letra. También que la novia lleve algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul, que es mas bien poético y según esto le trae buena suerte a la recién casada.

El que la novia entre con un velo cubriendo su cara es otra costumbre que aunque poco se usa ya, tiene su origen curiosamente en la antigua Grecia, cuando pensaban que el mal de ojo podía hacer que una novia enfermara a causa de la envidia de otras mujeres, por lo que el día de la boda debía llevar un velo que la cubriera y protegiera de las miradas cargadas de odio. Es una bonita costumbre pero no le veo el chiste, ya que un pedazo de tela no puede evitar la envidia de las demás personas ni protegerte de enfermedades o mala suerte.

Las madrinas y padrinos, son una costumbre que se ve en todo el mundo, que también tiene su origen en la antigüedad supuestamente para confundir a los malos espíritus que quisieran dañar a la nueva pareja y que ultimamente es pretexto para endilgarle a alguién algún gasto fuerte en la boda, ya sea el comprar los anillos o pagar el chupe. En bodas como la que fui había padrino hasta del pastel. ¿Como ven?

Se realizó la ceremonia tal y como lo dicta la iglesia católica, donde se entregó las arras (cosa que sólo se hace en américa latina), los anillos, se les puso el lazo y se dejó el ramo en el altar a la virgen. El sacerdote hizo reír a todos los asistentes, con una rutina medio cómica y medio seria donde explicaba las ventajas y desventajas de estar casado. Terminó la ceremonia con la típica lluvia de arroz, costumbre mundial para asegurar la prosperidad en el matrimonio y de ahí nos fuimos a la fiesta, donde más costubres típicas y otras mas o menos raras se dejaron ver.


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