En el Aeropuerto...

¡Hola a todos! El día de ayer estuve en el Aeropuerto de nuestra jungla de asfalto y puedo corroborar que ahi mismo también existe una pequeña jungla, un mundo con sus propias reglas en donde nada es lo que parece; entre el vaivén de la gente, los pilotos y aeromozas, la gente de los mostradores, los viajeros, maleteros y hasta reporteros de espectáculos esperando cachar a algún famoso o famosa.

Fuimos a recibir a una prima, que venía de Bélgica después de 6 meses de ausencia. Mientras esperábamos a que su vuelo aterrizara, pude ver las distintas maneras en que las personas reciben a sus seres queridos y vi de todo un poco.

Por ejemplo, a veces hay personas a las que las reciben con un ramo de rosas, o con un abrazo y un beso. Había una familia que esperaba que regresara su hijo mayor de Alemania, y le compraron unos globos que decían Bienvenido, muy bonitos y la hermana pequeña estaba muy emocionada y gritó de alegría nadamás verlo en la puerta.

En otra de las puertas, vi a una señora que recibía a su hermana y se abrazaron con mucho cariño, se ve que no se veían hace tiempo y hasta lloraron. Fue muy emotivo.

También hay personas que de plano no tienen quien las reciba, ya sea por la hora en que llegan o porque no quisieron que nadie llegara por ellos. Simplemente tomaban sus maletas y salían apresurados. Ha de ser triste que nadie vaya a recibirte cuando regresas de un viaje, por corto o largo que sea.

Otra cosa que no puede faltar es las personas que vienen a recibir a alguien que viene de parte de alguna empresa, estaban ahi haciendo fila con sus letreros con diferentes nombres, casi brincando para que los vieran entre las oleadas de gente que salían y pasaban.

También había una chava, esperando a su novio que venía en otro vuelo, ella acababa de llegar también y se iban a ver en el aeropuerto de la Ciudad de México. La chava es de las que les gusta expresarse con su cuerpo, ya que llevaba unas coloridas rastas, varios aretes en diferentes partes de la cara y tenía un aire bohemio y poco convencional, llamaba bastante la atención de los mirones que pasaban. Cuando llegó su novio, entendí la frase "Nunca falta un roto para un descosido", ya que el joven en cuestión, usaba el mismo tipo de rastas, los mismos aretes en la cara y orejas y además vestía con el mismo estilo. La gente no dejaba de mirarlos y a mi me pareció divertido verlos y ver las reacciones de la gente ante ellos, porque no les importaba que los estuvieran viendo, se agasajaron besándose y apapachándose frente a la gente y admiro su seguridad y su originalidad.

Pero la bienvenida que se llevó el premio a la más original y la más chusca, fue la que le dieron unas señora y unas chavas a su hija que llegaba de Frankfurt. Traían una pancarta padrísima y bien grandota con letras de colores diciendo ¡Bienvenida, Te extrañamos!, cada una traía una peluca de esas como de pelo sintético de mil colores raros (moradas, rojas, amarillas y hasta de chinitos), traían sombreros de esos tipo Gilligan y además de eso, en cuanto apareció, corrieron en tropel a abrazarla y darle un ramo de flores negras ¡hecho de plástico! ¿Original no? Mucha gente no pudo evitar reírse, pues estuvo bastante chusco, la señora se ve que ya era mayor y aun así accedió a vestirse asi para recibir a su hija y casi se cayó de pompas por la emoción y lo resbaloso del piso. Mucha gente les aplaudió y ya luego recogieron las maletas, se quitaron las pelucas y siguieron su camino.

En fin, eso fue lo más divertido que vi el día de ayer entre tanta gente, espero les divierta tanto como a mi.

¡Hasta el próximo post!