¡¡Aventureros! En este mes de noviembre que está ya por terminar, habrán notado que los cambios climáticos en la jungla de asfalto están a la orden del día. Ayer en la tarde llovió desde temprano, hoy en la mañana amaneció muy frío.. en fin, uno no le atina en cuanto a ropa que ponerse estos días otoñales.
Cuando el invierno se acerca siempre uno se hace la la siguiente pregunta: "¿y qué me pongo para salir hoy?" Hace mucho frío, viento, lluvia o aguanieve y sales al exterior embutido/a en un montón de ropa, pero comienzas a caminar o vas en el coche o pesera y empiezas a sudar y a tener calor... y es cuando te dan ganas de realizar un striptease en plena calle... Lo malo es que después de haberte quitado la chamarra pescas una pulmonía...
Pero, entonces ¿qué hacemos? ¿no hay que ponerse tanta ropa? ¿hay que salir protegido sólo con una camiseta? Bueno, ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre… Les tengo unos cuantos consejos para que estos días no pasen frío y no se enfermen, una mini gu ía de supervivencia para el frío.
Según un sitio de salud en internet, la clave es ir vestido estilo cebolla, que no es una nueva moda, sino un sistema de capas de ropa. Está claro que el frío afecta al buen funcionamiento del organismo y el sistema de capas intenta que el frío no te afecte tanto atrapando aire caliente a tu alrededor.
¿Y ustedes me dirán cómo es eso? El térmometro de nuestro cuerpo marca como media 37º C, en general hay un equilibrio entre el calor que el cuerpo produce y el que despide al estar en contacto con el exterior, pero si se pierde más calor del que se produce, la temperatura del cuerpo baja,empiezas a notar la sensación de frío, y el organismo comienza a funcionar mal.
El calor corporal se mantiene por la actividad muscular (al realizar ejercicio físico y moverse por ahi) y por la digestión de los alimentos (el 75% de las calorías consumidas se transforman en calor). Y se pierde al sudar, al tomar bebidas frías, al descansar o bajar el ritmo de la actividad, entre otras causas, y más al estar sometidos a bajas temperaturas.
Si pierdes calor tu cuerpo sacrificará automáticamente función muscular para regular la temperatura... Lo ideal es intentar conservar la temperatura interior, y una de las formas de conseguirlo es a través de esto de las capas que atrapen el aire a tu alrededor. El aire es muy poco conductor, de manera que conserva el calor durante más tiempo. Para controlar tu termómetro según tengas frío o calor deberás añadir o eliminar capas.
1. La capa interna, la que está en contacto con el cuerpo. Es la primera barrera aislante, y puede ser una camiseta de algodón o en tejidos del tipo que mantengan la piel seca y/o se sequen rápidamente.
Es mejor que te quede apretadita y que te cubra bien los riñones, si es corta, con cualquier flexión se te quedarán los riñones al aire, y además de escaparse el calor conseguirás que te duela la espalda.
Para las piernas, lo mismo: si hace mucho frío puedes ponerte ropa térmica como capa interior y un pantalón encima, si eres mujer las mallas, medias y calentadores son la opción.
2. La capa o capas intermedias. Tienen como misión retener el aire que escapa de tu cuerpo. Puedes ponerte una o varias, según el frío que haga. Por ejemplo, si te estás moviendo puedes ponerte una sudadera o suéter encima de la camiseta interior, y si hace mucho frío pues puedes recurrir a un forro polar.
3. La capa exterior es la que está directamente expuesta a los elementos. Es la barrera que nos aísla de las inclemencias externas: viento, lluvia, nieve... y recibe todo el desgaste debido al roce. Fundamental que sea impermeable y transpirable, no como los chamarras de antes, que eran impermeables pero no transpirables. Suelen ser de poliéster o fibras sintéticas muy resistentes que reciben un tratamiento para hacerlas impermeables. Mejor que no tenga costuras, o las menos posibles, sobre todo en zonas expuestas al roce como hombros, codos y espalda, y si no, que estas costuras estén termoselladas para que on se meta el frío.
Conviene también proteger las superficies delicadas o con mayor pérdida de calor como la cabeza (gorros), manos (guantes sobre todo en los más pequeños y ancianos), y pies (empleando dos calcetines, de algodón primero y el segundo de lana). Una bufanda nos ayudará a protegernos del viento y cubrir el pecho y garganta.
También para no enfermarnos hay que llevar una dieta contra el frío, rica en alimentos frescos que aporten vitamina C y A. Se recomiendan las frutas (cítricos) y hortalizas verdes (pimientos) y tomates, así como los frutas secos, como los tipicos orejones y las pasas.
Las proteínas son también importantes, sin olvidarse de las papas como un alimento útil en este tiempo. Conviene cuidar la cuando consumimos de lácteos (mantequilla, margarina y queso) por su contenido rico también en calcio y fósforo.
La miel es muy buena para el frío porque nos da fructosa y nos alivia cuando nos duele la garganta, las frutas secas son recomendables al aportar además minerales y oligoelementos así como siempre tomar mucha agua, ya sea sola, en té o ponche y café.
Si usan algún calentador eléctrico, recuerden poner uno que otro trapo húmedo en la habitación para evitar que se reseque el ambiente y si usan de gas o leña, tengan mucho cuidado y mantengan ventilado el lugar para evitar envenenamientos con dioxido decarbono.
Les recomiendo usar sábanas de franela o polar fleece en las camas, además de usar cobertores y edredones adecuados.
Yo soy muy friolenta así que recomiendo también usar pijamas térmicas para no sufrir de frío en la noche y madrugada, que es cuando baja más la temperatura.
¡Así que a abrigarse bien y cuídense para no enfermarse! Si tienen sugerencias para el frío, las acepto. ¡Nos vemos en el próximo post! Brr!