El predicador del metro...

Hola mis aventureros! Espero que su fin de semana sea extremadamente divertido, así como lo ha sido el mío.

Me encaminé al centro a hacer unas cuantas compritas y me topé con esta curiosa imagen. Me subí en la estación de Popotla y en cuanto se cerraron las puertas comencé a escuchar la voz de un señor ya grande, que hablaba muy fuerte y se hacía oír sobre los típicos murmullos de la multitud, los vendedores de cd's y el barullo general.

"¡Este mundo está lleno de pecadores!" dijo a voz en cuello, "por eso hay que arrepentirse, porque el Señor que todo lo ve está muy cerca". De plano esta frase me hizo volver la cabeza y vi parado en medio del vagón a un señor como de unos 60 y tantos años, flaco flaco y con la ropa algo raída. Estaba canoso y algo despeinado y su mirada parecía la de un loco o la de un genio yen su mano derecha sostenía lo que parecía una vieja Biblia.

Siguió con su sermón, señalando entre la gente a los "pecadores", diciendo que la única respuesta es orar y que nos arrepintamos antes de que fuera demasiado tarde, cosa que hacía que las personas alrededor reaccionáramos de diferentes formas: una señora gordita de plano lo tiró a loco y siguió leyendo su revista de chismes, un niño le sacó la lengua y comenzó a imitarlo yla demás gente solo se miraba extrañada entre sí o se reían disimuladamente. Yo de plano me aguanté la risa, porque el señor se mostraba algo raro si te cachaba riéndote, como si fuera un profesor estricto dando una clase, así que traté de reirme lo menos posible o de plano disimularlo un poco.

Pasaban las estaciones, subía y bajaba gente pero el señor estaba tan apasionado en su sermón que hasta les decía a los vendedores que no lo interrumpieran y que lo dejaran llevar su mensaje. Yo me bajé en Zócalo y el señor ahí seguía mencionando pasajes de la Biblia y diciéndole a la gente que el final estaba cerca.

De todas las cosas que he visto en el metro, queridos aventureros, esta ha sido de las más raras.

Me despido de ustedes por el momento, me llama la lectura (estoy a medio capítulo de terminar Harry Potter and the Deathly Hallows), pero quería compartir con ustedes esta chusca aventura. ¡Hasta el próximo post!